"Extasiada
en dicha visión, los pinjantes medievales del tabernáculo de Orcagna parecieron
fundirse y recobrar susformas primitivas, de tal manera que el lánguido loto
delNilo y el acanto griego aparecían entrelazados con los nudos rúnicos y los
monstruos de cola de pez del Norte. Cualquier forma plástica de terror o belleza
creada por la mano del hombre desde el Ganges hasta el Báltico oscilaba y se entremezclaba
en la apoteosis de la María de Orcagna. Y el río no cesaba de empujarme hacia
delante." De Cuentos inquietantes.
A Edith Wharton (Nueva York,
1862-Saint-Brice-sousForêt, Francia, 1937), no se le ha reconocido lo
suficiente su deslumbrante maestría en la técnica del relato de suspense o de
terror. Su
obra más conocida es “La edad de la inocencia” (1920), ganadora del premio
Pulitzer en 1921
“Junto al aparador de la porcelana y debajo de Ratafee estaba el arpa de Emma, verde y decorada con volutas doradas y hojas de acanto a la manera de David. A veces, de pequeña, Laura entraba a hurtadillas en la sala vacía y punteaba las cuerdas que no estaban rotas. Estas respondían con voz melancólica y distraída, y Laura se regodeaba con el miedo que le producía pensar que el fantasma de Emma regresaba para tocarlas con dedos gélidos, entrando en la sala vacía tan sigilosamente como lo había hecho ella. Pero el de Emma era un fantasma apacible. La joven había fallecido de un debilitamiento, y, cuando yacía muerta con un puñado de campanillas de invierno bajo las manos entrelazadas, le cortaron un mechón del cabello para bordarlo dentro de la imagen de un sauce con las ramas extendidas sobre una tumba acolchada de blanco satén. «Eso», decía la madre de Laura, «es una reliquia familiar de tu tía abuela, que pasó a mejor vida». Y Laura sentía lástima por la pobre Emma que, según le parecía, era la única de todos sus parientes que había tenido la desgracia de morirse”. De Llolly Willoweso el amante cazador.
Autora: Sylvia Tonwsend
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